No sé si les he llegado a contar cuáles son mis fuentes de inspiración. No importan lo hago ahora. Soñar. Sí, sí... mientras sueño todo lo que he visto en mis horas de vigila se agranda hasta completar mi interior. Cuando despierto, las ideas surgen con fuerza y ya no puedo parar.
No les voy a decir que para este último desfile sólo necesité dormir. Llevo algunos años ya trabajando estructuras, con flor cortada y con otros materiales, pero de nada me sirve si los duendes no me visitan en sueños. Eso sí, cuando llegan todo lo aprendido se transforma en sabiduría en mis manos y trabajo con paciencia pero sin perder ni un minuto en darle forma al dibujo que ronda en mi mente.
Les prometí una continuación "mañana" y como no he cumplido del todo esta promesa voy a recompensarles con lo mejor de mi desfile del sábado.
Empezaré por lo más importante, Luis y Jesús, sin ellos y sin el otro Luis que está siempre esperando y observando entre el público, nada sería posible. Ni siquiera el sueño. Ellos me acompañan, me añoran, están siempre a mi lado. Lo dicho nada sería posible sin ellos...
Necesitaba hacer un desfile donde se concretara lo mejor de mi creación. Que nada faltase ni sobrase, la medida justa...como un buen perfume.
Estas son mis niñas, para cada una busco el tocado preciso, al igual que hago con mis clientas. Me gusta el trabajo artesanal casi tanto como me gusta conocer a quienes me eligen para poner los detalles a su día especial. Me gusta hablar con ellas, saber cuáles son sus gustos, cómo piensan; me gusta oírlas hablar. A partir de ahí trabajo.
Todas salen con naturalidad al escenario. Úrsula tiene duende, se come la cámara porque la mira con desafío. A ella siempre le toca vestirse de novia.
Úrsula se siente bien en la pasarela, coquetea con ella, pasea con suavidad pero segura de sí misma. El público la mira, muchas veces embelesado... Los tocados de flores estaban en su propio medio natural.
Es tarde y termino, esta vez sin promesas. No sin antes enseñarles un detalle.
Es arte floral, solo fueron necesarias dos pequeñas orquídeas y hojas de hiedra del campo de una amiga.
Sigan pendientes que aún tengo muchos sueños que mostrarles.