"¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir." (Confucio).
Ya saben que parte de este blog es sólo una reflexión en voz alta que inspira mis creaciones. Porque cuando se trabaja con flores no cuenta la cantidad sino la belleza, no cuenta la individualidad sino el conjunto, no cuentan las modas sino lo que te pida el alma en ese momento.
Por eso, esta forma de entender la vida, no tiene que ver con la crisis. Ahora, cuando los patios se quedan sin flores porque supone un tiempo que dedicamos a correr en busca de no sabemos bien qué, es cuando tenemos que recordar lo que suponía su presencia en nuestras vidas y hacerlas volver.
Pararse a disfrutar un día importante merece sentirlas cerca. Y esperar de ellas que ocupen un lugar privilegiado porque así la vida estará más llena de historias con olor y color...
